Buenos días para un miércoles de invierno
Esta mañana el invierno sabe a esperanza, el futuro se desliza entre la lluvia que desnuda la calle y empapa los adormecidos autos, que cae entre versos que llevan la noche buscándote. Habrá quien mire por la ventana y no sé de cuenta del porvenir que se esconde tras las nubes, de las flores que han nacido tras tus pisadas, de la fragilidad del día que comienza, del pájaro que se despereza alzando sus alas. Es muy temprano aún y mientras tú duermes me sorprende la hazaña de madrugar en invierno, no has despertado y ya recorres mis caminos dejando tus huellas sobre mis playas, alejando el frío de la madrugada como sorbitos de café pasando por mi garganta. Abre tus ojos, el mundo tiene aún el color de las luces naranjas, de silencios donde cabe tu nombre, de sonrisas que celebran tu llegada.
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